Acercamiento a la historia y el presente de la raza.

Aunque sencilla, y a la vez compleja, la  pregunta ¿qué es un perro lobo checoslovaco? genera un sin fin de respuestas….

No debemos olvidar que nos encontramos ante una raza muy reciente, aprobada por la FCI en el año 1989 de manera provisional y definitiva en 1999 (con el estándar nº 332 englobado en el Grupo 1); los orígenes de la raza se remontan, aproximadamente, al año 1958 con el nacimiento de los primeros híbridos producto del cruce de pastor alemán y lobo de los Cárpatos.

El precursor de dicho proyecto fue el coronel del ejercito Checoslovaco Karel Hartl que ya desde 1955 intentaba aunar la docilidad del pastor alemán con la resistencia y la agudeza visual y auditiva del lobo. Todo ello encaminado a un proyecto militar de vigilancia fronteriza.

Posteriormente y ya en al año 1972, tras diversos avatares políticos incluida la invasión de Checoslovaquía por la antigua URSS, el ámbito civil toma la iniciativa en la cría y selección del perro lobo checoslovaco; el Mayor Frantisek Rosik junto a Karel Harlt trabajan con ejemplares híbridos de tercera generación y con el lobo Sarik.

De forma muy resumida ese es el origen de la raza, por lo tanto y tras pasar por todas las etapas de cruces partiendo de lobo puro con pastor alemán (F1, 2, 3…etc) hoy tenemos el resultado de un perro zoologicamente hablando; sin duda se trata de un perro y así es reconocido por la FCI.

Lo anterior son exclusivamente datos objetivos, que cualquiera puede hallar publicados tanto en la red como en diversas publicaciones; en resumen el pilar que sustenta la historia pasada del nacimiento del perro lobo checoslovaco.

Pero no podemos olvidar su evolución y ante todo el presente de la raza, y sobre todo que hace tan sólo 55 años su precursor genético  fue un lobo y esa carga  pervive resultando muy reciente, la evolución de cualquier especie requiere de cientos y miles de años para asentarse con la impronta propia de cada una.

Quiere esto decir que no es un perro….. mi opinión personal, basada en la convivencia durante más de dos años con un plc, es que no estamos ante un lobo pero tampoco ante un perro.

Es lo único que personalmente puedo constatar; la raza se asentará como un perro probablemente dentro de muchos años, y dependiendo del camino que adopten los criadores,  pero aún hoy conserva características más propias del lobo que del perro.

Características que NO son incompatibles con la vida en un entrono social, nada más lejos de la realidad, pero que convierten al plc en un animal diferente a cualquier otro perro. Conocer esa diferencia es la clave para socializar de manera adecuada a nuestra raza.

Sirva lo anterior como punto de partida de este tema, destacando que se trata de una opinión personal, y por lo tanto subjetiva, y que no pretende otra cosa que tener una visión global de todos aquellos que somos propietarios de esta maravillosa raza.

Y tras la pregunta recurrente de qué es un perro lobo checoslovaco, pregunta que puede tener infinidad de respuestas, nace un aspecto crucial, el primero en orden de importancia…la socialización del perro lobo checoslovaco.

Criadores y propietarios del plc coinciden en algo básico, la necesaria socialización del plc. Y de nuevo nos encontramos ante una diferencia con casi todas las razas asentadas de perros, es un hecho que en otras razas aún cuando sea importante la socialización NO se insiste de manera especial en esa fase de estimulación temprana del cachorro.

La recomendación e insistencia se basa, sin duda, en experiencias negativas del comportamiento social del plc. Negatividad que como norma general NUNCA incluye agresividad, salvo casos de individuos concretos como en cualquier raza, esta negatividad se centra en la convivencia en el propio entorno social, personas ajenas a la familia, niños, ruidos, coches y ese largo etc. que rodea a vivir con un perro en un entorno social.

El por qué puede llegar a surgir este comportamiento negativo a la integración, en el entorno social, nos llevaría de nuevo a entender que nos encontramos ante una raza muy reciente creada a partir de un perro asentado desde finales del siglo XIX (el pastor alemán) y un animal salvaje como el lobo de los Cárpatos.

Lobo que históricamente ha sido perseguido y cazado por el hombre, es posible que genéticamente en nuestros plcs pervivía una parte cautelosa con todo lo relativo al entorno humano. No es una afirmación, tan sólo una reflexión fruto de una concreta experiencia. 

El hecho es que por carácter nunca tendremos en nuestros plcs un perro labrador, pero SI podremos tener un animal que se desenvuelva en el entorno humano con normalidad; ese es el objetivo de la socialización.

Los métodos de socialización requieren, según las experiencias de criadores y propietarios, de dos factores muy sencillos pero intensos: Tiempo y dedicación en los primeros meses de vida del cachorro.

Sin obviar la pre socialización dentro del criadero, donde la estimulación temprana y el hábito al entorno que el cachorro hallará posteriormente resulta muy importante.

Desde que el cachorro llega a la familia, con unos dos meses por lo general, debemos habituarlo al contacto con el mundo exterior, personas, vehículos, ruidos y otros perros.

Nos obsesionamos con que el cachorro haga sus necesidades en la calle y obviamos algo tan importante como es que empiece a reconocer el entorno y pierda cualquier recelo al mismo. Del mismo modo existe una polémica generalizada,  debemos sacar a la calle al cachorro o no antes de que tenga todas las vacunas.

La propia clase veterinaria no mantiene un criterio único y desde luego la exposición a determinadas enfermedades, como el moquillo, son un riesgo cierto.

Personalmente acepté dicho riesgo, tanto con Leah cuando llegó a casa hace más de dos años, como con Ciro nada más llegar con ocho semanas de vida. Puse en la balanza el riesgo y la importancia de las primeras semanas de vida en un cachorro de plc, primeras semanas dónde sin ningún lugar a dudas se fijan comportamientos futuros, y valoré decantarme por esta última opción.

El presente de la raza  pasa indefectiblemente por el camino adoptado hasta hoy por los criadores, qué tipo de selección se ha realizado, qué líneas de sangre se han cruzado, qué pruebas sobre enfermedades comunes se han realizado, en qué condiciones se ha realizado la cría y con qué socialización temprana se ha trabajado en cada camada.

En nuestro país no existe un Club de raza fuerte y consolidado, por desgracia tampoco reconocido por la Real Sociedad Canina de España, por lo tanto, la difusión emergente de la raza no lo está siendo desde unos mínimos criterios unificados de selección, cría y socialización.

Esto último marca sin duda el presente de la raza, frente a criadores con verdadera pasión por la raza y que han realizado una praxis correcta también han proliferado y proliferan aquellos que tan sólo “producen” ejemplares con una finalidad exclusivamente comercial y sin ningún tipo de garantías ni en la fase de selección ni en la propia cría y posterior socialización.

Por lo tanto el presente, y sin duda el futuro, de la raza se encuentra exclusivamente en manos de los criadores; fundamentalmente de aquellos que adopten unas prácticas acordes a la pervivencia racional del perro lobo checoslovaco, a su difusión conforme a criterios que permitan afianzar lo positivo logrado en estos años y por último que sean capaces de establecer una utopía necesaria…..unos mínimos para desarrollar su actividad  conforme a criterios positivos y que salvaguarden la raza.

En consecuencia, el panorama en nuestro país es preocupante; el presente de la raza se consolida en base a un peligroso auge sin que este obedezca a una correcta comprensión al respecto del perro lobo checoslovaco en todos los ámbitos, cría y tenencia.

Opinión personal, y sin duda discutible, pero las propias estadísticas en relación al censo de ejemplares en los últimos cinco o seis años muestra que hemos pasado de una población que no superaba los 300 ejemplares en toda España a un censo actual que podría rondar los 700 y este incremento no ha llegado acompañado del necesario conocimiento sobre la raza.

No pretendo ser negativo ni agorero, pero estamos a tiempo de corregir esta situación; entre todos, criadores, propietarios y aficionados a una raza que ante todo es diferente, muy diferente a cualquier otro perro.

El camino a seguir pasa indefectiblemente por aunar esfuerzos, sumar trabajo y abandonar intereses comerciales o personales. No tengo la fórmula para ello pero si la percepción al respecto del momento crucial que vivimos. 

 

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