Vida y muerte de Leah. In memoriam

“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”. Gabriel García Márquez, escritor colombiano fallecido en 2014.

Han pasado 25 días desde su muerte, el tiempo no es un bálsamo; quizás un mal cirujano. Hoy me siento con relativo ánimo para volver a abrir esta ventana, para intentar una vez más transmitir el sentido de una vida y de su final.

Leah llegó a nosotros de un modo extraño, obsesivamente anunciado e inexplicablemente escrito por un destino que, por mucho que intente descifrar, se escapará siempre a mi corto entendimiento.

El sueño de una mujer especial, muy especial, parió la llegada de Leah a nuestras vidas; quién escogió a quién sigue siendo inexplicable. Lo cierto es que ellas decidieron, ambas juntaron voluntades y se produjo su llegada.

Cómo explicar nuestro asombro, cómo explicar nuestra impotencia, cómo en definitiva podría transmitir nuestro pasmo ante un animal alejado de todo lo que conocíamos; un animal a años luz del estereotipo que, durante más de 20 años, habíamos conocido en otros perros. 

Nos preparamos previamente, leímos, nos empapamos de opiniones, de historia, de características de todo pro y contra……pero nada de ello amortiguó el brutal impacto de su ser.

Sabíamos de lo complejo de la raza, conocíamos la necesaria socialización temprana, estábamos advertidos de su complicada naturaleza.

Que ilusos, que estúpidos ignorantes….como si la raza dotara de un ser fotocopiado a cada individuo.

Leah con 2 meses nos mostró algo que tardamos más de un año en comprender, ella nos transmitió desde su llegada lo verdaderamente importante….su ser.

Nuestra ignorancia, nuestra ceguera, nuestra obcecada y jodida manía de juzgar bajo el prisma de lo general nos impidió ver.

Y había muchísimo que ver…. ya lo creo. Más de un año pasando por etólogos, por especialistas y por algún que otro vendedor de hielo en el ártico. Mucho tiempo, demasiado.

Y la dueña del sueño, unida brutalmente a Leah, comenzó a ver. Noches enteras con ella bajo el brazo, peleas continúas cuando se activaba en lo que denominamos “la hora bruja” y entre ambas se tejía un vínculo extraño…un respeto mutuo y  un reconocimiento.

Leah nunca dejo de ser ella, nunca aceptó vivir en sociedad; y nunca aceptó a otro ser humano que no fuese parte de su vida….su estado eclosionaba en los espacios boscosos, toda zona natural dónde pudiese explorar y ocultarse; dónde dar rienda suelta a sus sentidos extraordinarios….en definitiva la  naturaleza en simbiosis con un animal.

¿ Se integró con nosotros?, sinceramente creo que aceptaba compartir su vida pero ……sabemos que su única guía, su único código de conducta, fue siempre la supervivencia.

Lo cual no impidió que se creara un vínculo, especialmente con la dueña del sueño, muy profundo; su mirada siempre fue salvaje, adorablemente salvaje…bella hasta la saciedad, profunda y atávica…rotunda y natural.

Su vida no fue fácil, este mundo urbanita y social no era para ella…sufría en cada salida, desconfiaba de cada ser humano que se intentase cruzar en su camino…y observaba con atención su comportamiento.

Llegamos a entenderla. Resulta complicado explicar cómo cambiaron nuestras vidas cuando llegamos a entender su SER, pero puedo asegurar que asumimos que era diferente.

Su vida estaba hecha para ser libre, una hembra siempre atenta a cualquier peligro, un reflejo de la vida más salvaje que podamos imaginar y dónde el código de conducta es siempre la supervivencia.

Su astucia rayaba el cachondeo más absoluto, siempre ladrona por naturaleza, constantemente hábil ante puertas, manillas, grifos, cerraduras y cualquier invento humano.

Observadora y reflexiva su aprendizaje era pasmoso. Esos momentos perduraran siempre en nuestro corazón…..los momentos en los que se sentía segura, dentro de su espacio sagrado, su cueva, su casa.

Altiva, digna y orgullosa….creerán que me he vuelto loco al definir así a un animal pero no encuentro otro modo de transmitir su SER.

Hasta tal punto resultó altiva y digna que nos engañó para marcharse de este mundo, sí nos engañó completamente. 

6 años vivió con nosotros, 6 años en los que procuramos darle libertad, espacios inhóspitos, agua a raudales en la que se movía cómo un pez; quisimos darle todo lo que a nuestro alcance tuvimos y pudimos.

Pero ella nunca quiso esta vida, estamos muy seguros de ello….vivía en conflicto permanente con un entorno impuesto.

Si hubiésemos podido “tirarnos al monte”, llevar una vida aislada en comunión con la naturaleza…un imposible para nosotros y quizás un sueño para ella.

Y un día, un miércoles para más señas, al llegar del monte como cada tarde, no quiso comer….no era extraño, en ocasiones ella misma regulaba cuando comer.

La notamos extraña, tumbada en su sitio preferido de la casa; con la cabeza erguida, altiva y digna como siempre. Extraña sí, pero dentro de su forma de comportarse.

Al día siguiente no quiso comer y eso nos alarmó, decidimos que el mismo viernes la llevaríamos al veterinario.

Y el viernes por la mañana nos preocupamos y mucho, no quiso levantarse para salir; volvimos del trabajo y la llevamos al veterinario.

La sucesión de acontecimientos es demasiado extraña, vertiginosa y cruel, como para detallarlos; sí que recuerdo que en ningún momento se quejó o mostró un semblante dolorido….pasó de una placa a una ecografía, de una ecografía a un sedante y a un tac, de un tac a una mesa de operaciones……no llegó a despertar, y aunque hicieron por ella todo lo humanamente posible a las 24 horas de esa operación dejó este mundo. Un colapso generalizado de los riñones acabó con su vida.

Aunque creo que fue mucho antes, a las 12 horas de la operación nos  llamaron para que pudiésemos verla …sutil forma de decirnos “hay que despedirse”.

Nunca olvidaré su cuerpo tumbado, su respiración pausada…los ojos abiertos pero sin luz en la mirada….y cuando la toqué, sentí el frío de su cuerpo y supe que ya se había marchado.

Volví a mi trabajo sin esperanzas, sin alma y sin espíritu…vagando en la rutina y roto por un dolor inmenso y profundo. En un momento dado me quedé mirando al cielo….las nubes cubrían la mayor parte, y de repente la vi…..idéntica forma a la fotografía que encabeza este homenaje, era ella… la nube había formado su cuerpo…era mi loba.

Y se fue, de una forma tan profunda que no quedó rastro de ella en su santuario…en nuestra casa….se fue de una manera tan imprevista y rotunda que aún hoy nos preguntamos si no lo hizo con la astucia que siempre le iluminó…..pero la realidad es que ya no está con nosotros.

Sus cenizas reposan bajo tierra, en su río preferido…en un recodo aislado y alejado de todo ser humano…son sus restos, pero necesitábamos hacerlo por nosotros.

Aprendimos de ti tantas cosas, respeto….libertad….y ante todo tuvimos la oportunidad de sobrevivir a la estupidez generalizada con la raza, entender y comprender que en el perro lobo checoslovaco lo más importante no es lo que debemos hacer con él…lo verdaderamente importante es  entender que son diferentes.

Estar dispuestos a asumir esa diferencia no es fácil, y querer darle la oportunidad de sobrevivir muy difícil.

Leah siempre será libre, nosotros seguiremos intentando aprovechar cada oportunidad que nos brinde la vida para sobrevivir y nunca podremos olvidar tu SER.

In memoriam

 

 

 

 

 

Lo virtual y la impactante realidad

 “Realmente, no sé si con justicia o no, a mí no me admira el ingenio, porque se ve que hay muchos hombres ingeniosos en el mundo. Tampoco me asombra que haya gente con memoria, por grande y portentosa que sea, ni que haya calculadores; lo que más me asombra es la bondad, y esto lo digo sin el menor asomo de hipocresía”. Pío Baroja y Nessi escritor español de la llamada generación del 98 y fallecido en el año 1956 a la edad de 83 años.

Un viejo año se consume, fiel a su cita modernista la vorágine y el bombardeo de la cruda actualidad impactan por doquier.

Hoy ya nada ni nadie escapa a la virtualidad de la información, información sesgada en ocasiones, manipulada en otras, y tan solo un atisbo de la realidad en la mayoría de los casos.

Y cual adalides libertarios clamamos contra los poderes fácticos, contra todo lo que se menea, contra los sutiles hilos de cualquier poder establecido y en definitiva escupiendo al cielo con un desparpajo digno de la mayor ignorancia.

Somos lo que somos, producto de nuestro tiempo; elaborados espíritus críticos, carcasas impolutas con aspecto de justa sabiduría pero vacíos de contenido. Seguimos siendo la leche, clamamos al cielo arguyendo injusticias y males mayores, berreamos contra lo global y en  general establecemos una república independiente en cada una de nuestras limitadas existencias.

En la era de la globalización, las nuevas tecnologías y el postureo patrio, somos capaces de clamar por la justicia, la igualdad y los unicornios rosas…….somos capaces de pedir el cielo, la luna y el coche del vecino si se tercia; y sin embargo estamos olvidando y ninguneando un aspecto crucial en el ser humano.

Lo colectivo es consustancial a nuestro modo de vida, nos guste o nos repatee los higadillos, pero esa misma colectividad se basa en individuos. La pregunta del millón no es qué nos diferencia, la cuestión es qué nos debiera unir.

Lejos de filosofías profundas, a mil años luz de postulados dogmáticos, el ser humano desde la noche de los tiempos se ha movido en su desarrollo entre dos simples y complicados principios……el bien y el mal.

Y me perdonaran si afirmo que lo simple y complicado de dichos principios no es excusa para llamarse andana y seguir paseando nuestra patética humanidad virtual.

Vivimos adocenados en lo virtual, hasta el extremo de olvidar las relaciones humanas, sustituimos la fuerza de un abrazo por un “emoticono”, suplimos el calor de una conversación por un hilo de mensajes, olvidamos ser para certificar parecer.

Y parecemos, ya lo creo que parecemos, simulamos ser felices y satisfechos por habernos conocido; interpretamos a coro una vida virtual tan pobre que escandaliza, seguimos el dictado de cualquier moda y vendemos nuestra elaborada imagen en mercadillos virtuales de segunda mano.

No nos asombra nada que no sea impactante, mediático, morboso o polémico. Y mientras, en este mundo tecnológicamente “avanzado”, sobreviven personas que rompen moldes, destrozan estereotipos, y con sus actos reclaman la bondad como bálsamo individual y colectivo.

Cada uno de sus actos son una bofetada a la hipocresía, un mazazo a lo aparente, un desgarrador grito contra el susurro de lo convencional.

Grandes seres humanos en medio de nuestra empequeñecida sociedad, personas anónimas – o incluso públicas –  que día a día forjan el ejemplo de los hechos por encima de las palabras.

Me sonroja su capacidad natural, me abruma su valentía, me seduce su pasión…..me admira su ser.

Este pequeño espacio nació con la finalidad de compartir una pasión, de intentar convertir la experiencia en punto de partida para la duda; nació con el propósito de cuestionar todo lo que, por desgracia, estigmatizaba a una raza de animales manipulada y comercializada sin escrúpulos.

Y en este ámbito he vivido momentos inolvidables, he conocido a personas ejemplares por su natural bondad, seres humanos que por encima de todo brillan con luz propia.

Hoy en estas líneas no creo necesario hablar de la raza, pero sí mostrar como la convivencia con estos animales, o quizás la convergencia con ellos, destapa personas y hechos dignos de admiración.

Y quiero dedicar estas líneas a dos personas en concreto, a dos seres humanos que aunque no conozca personalmente les preceden sus actos.

Gente sencilla, extraordinariamente humana, rodeada de problemas como cualquier mortal; personas capaces de dedicar tiempo, esfuerzo, y vida a la bondad.

Capaces de atravesar la península, de norte a sur, para socorrer a un animal perdido obviando tragedias personales que anularían a cualquier mortal; capaces de preocuparse por animales abandonados, desechados por todos, y emprendiendo actos sublimes para su recuperación y cuidado.

Personas que no necesitan sentar cátedra sobre la raza, y que sientan a la raza en la cátedra de la bondad, personas que son y actúan por encima del qué dirán.

A ellos, a todos aquellos que de forma valiente y natural y con sus actos nos demuestran que es posible ser por encima de parecer……a ellos, vaya mi más sincera admiración, mi más profundo respeto y ante todo mi agradecimiento por su lección magistral.

Nos sigue asombrando la bondad, nunca dejemos de sentir ese mazazo a la estupidez…quizás nos despierte de nuestra pequeña y simple vida virtual a la grandeza y complejidad de una vida real.

Gracias Jessica y Nando, gracias de todo corazón por vuestro ejemplo.

Y gracias a todos aquellos que, por encima de parecer, siembran con la bondad el ser forjando una esperanza que no debemos abandonar.

 

 

Loba y Piltrafa, una historia desde Uruguay.

“Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.”  Gottfried Leibniz filósofo, matemático, jurista y político alemán fallecido en el año 1716 . 

Las fronteras son una invención humana, un escollo contrario a la propia naturaleza.

La era de la globalización permite compartir y recibir experiencias desde cualquier lugar del planeta. Y las historias se repiten, de manera sistemática se reproducen comportamientos.

Los comportamientos humanos son predecibles, demasiado predecibles. Los comportamientos animales son harina de otro costal, en ocasiones un residuo brillante de ejemplos de altruismo, solidaridad y amor incondicional.

No pretendo humanizar la conducta animal, en todo caso animalizar la conducta humana resultaría de cierto provecho.

Quién sabe si algún día llegaremos a entender determinados comportamientos animales, mientras tanto seguimos conociendo historias que nos tocan esa parte noble y buena que aún anida en nuestro ser.

Historias en las que de nuevo el ser humano cobra un protagonismo dual, indeseable y admirable.

Hoy desde este pequeño espacio quiero dar voz a una historia sencilla, quizás pequeña, tal vez sin otro valor que la grandeza de un amor universal, sentimiento mediante el cual se corrige lo que otros destrozan.

Desde Uruguay:

Bueno intentare relatar la historia de Loba,como la llame un día sin saber siquiera de su raza. Ella cuando la conocí era un espíritu libre, Tal vez tubo un hogar alguna vez. Lo cierto es que la conocí junto a un perro grandote que se llamaba Piltrafa. Amigos inseparables. Piltrafa tenia casa pero era su compañero de aventuras. Ella supe que varias personas trataron de adoptarla pero se escapaba. Por ese mismo motivo fue castrada. Yo la conocí en mi trabajo,una base de radio taxis. Ahí se fueron quedando ambos, de a poco. Hasta que se quedaron definitivamente. Un día un vecino, un hombre ya mayor me pidió adoptarla, se acompañarían mutuamente. Me gusto el gesto pero no adoptaría a Piltrafa y los separarían. Finalmente Loba fue adoptada por él. Piltrafa quedo con nosotros en la base de taxis. Lamentablemente una estación de servicios de combustible que se sitúa frente a nosotros esparció un día ración envenenada para matar palomas, y Piltrafa desapareció por días, hasta que lo encontramos muerto por envenenamiento. Había comido de esa ración. Ya a estas alturas Loba llevaba mas o menos año y poco de vivir en su nuevo hogar que parecía definitivo. Pero hace cuestión de menos de una semana el señor enfermo de manera muy delicada y lo hospitalizaron. Apareció de la nada familia de este anciano que vivía solo con Lobita. Y a Loba la arrojaron a la calle. Ella nos recordó, recordó la base de taxis donde ella había decidido vivir y llego llorando , pidiendo ayuda. Alguien me llamo a mi casa. Loba esta en la calle!! (a ella todos le conocían). Así fue que pedí que un compañero del taxi le pedí me la llevase a mi casa. Tres días enteros Loba se negó a probar alimento. La tristeza era enorme,se había encariñado con su compañero de soledades. Recién ayer comió algo, y hoy previo paseos y mimos se empezó a alimentar bien. No conozco prácticamente nada de esta raza,pero por esta experiencia puedo dar fe que tienen sentimientos muy profundos, apego incondicional a sus humanos. Y la capacidad de transmitir lo que sienten y pedir ayuda si es necesario. Me deja una gran lección de vida y amor incondicional. Ojala Dios me conceda el privilegio de compartir muchos años mas a su lado, aunque ya no es una jovencita, para enseñarme a ser mejor persona.

Algo he aprendido en estos años junto al perro lobo checoslovaco, poco……. muy poco, he aprendido a amar y respetar la naturaleza, a respetar  su ser, y sigo aprendiendo a vivir con un amor que todo animal entrega sin esperar nada a cambio.

Gracias Romina por compartir una historia de vida y amor, gracias por dar voz a quienes con una sola mirada pueden sustituir mil palabras vacías.

En la felicidad del otro, siempre, reside nuestra propia felicidad.

Nunca lo dudemos.

 

Sentido y vida.

“Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.”  Abraham Linconl político estadounidense y décimo sexto Presidente de la nación, asesinado en 1865.

Nos encontramos de paso en esta vida, algo tan cierto como ignorado, un paso corto sin duda; pero nuestra innata capacidad para ejercer el arte de la inmortalidad nos aporta tintes olímpicos.

Así lo importante es vivir, condicionados por todo lo superficial y esclavos de las circunstancias, y ojo que no resulta sencillo eludir la letra pequeña de este contrato vital.

La vida fluye, sin duda, siguiendo un cauce tan ajeno a nuestra simple voluntad que resulta un suicidio nadar contracorriente. Y sin embargo hay seres que nacen, viven y mueren con la firme convicción de dar sentido a sus vidas.

Cada cual toma un camino, toma decisiones y emprende acciones, que lo convierte en lo que es y quiere ser.

Podrá parecer una exageración desmedida, una gilipollez e incluso un rasgo de locura, pero cuando decidimos convivir con un perro lobo checoslovaco, conscientes de lo que hacemos, tomamos un decisión que influirá en nuestras vidas de un modo notable mientras dure esa convivencia.

Desde este medio, y en multitud de ocasiones, he intentado transmitir lo que considero vital e importante, honesto y necesario, para con la raza y aquellos que se aproximan a ella.

Con mayor o menor acierto siempre he pretendido aportar un poco de información, toda mi experiencia y por último un punto de vista personal y que quizás pueda servir como contra punto a quien se interese por ellos.

No hay esoterismo ni complicadas fórmulas para conocer y llegar a entender a esta raza, sinceramente creo que basta con observar, tras la información previa, sin prejuicios ni ideas preconcebidas.

La observación es importante, nos aporta rasgos del comportamiento y nos acerca a las costumbres y al uso de las mismas.

Sin embargo esta raza es diferente, los errores y aciertos en su selección, cría y educación, marcan filias y fobias de por vida; y a pesar de su complejidad algo me maravilla y me sorprende cada día.

Todo perro lobo checoslovaco, sin excepción en todos los que he llegado a conocer, tiene un denominador común; rasgos que lo convierten en un verdadero superviviente, un ser tozudo, tenaz y excelente nadador contracorriente.

Algo en esta raza, por encima de la intervención humana, la convierte en abanderada de su esencia, en ultra ortodoxa de sus orígenes y ultra conservadora de su herencia genética.

Así de claro y sencillo, así de complejo y enrevesado, podemos y debemos educar, “socializar” e intentar adaptarlos a un entorno concreto; podemos y debemos procurar que todo ello nos aporte y les aporte una convivencia adecuada….y sin embargo siempre pervivirá el sentido que un perro lobo checoslovaco  lleva en sus genes.

Ser, simplemente ser, y sin entrar en filosofías baratas esta raza ante todo es.

Y podemos reconducir sus instintos, podemos modular sus actos, podemos regular sus hábitos y en definitiva podemos intentar adaptarlos a nuestro particular entorno.

Pero siempre observaremos que pervive en ellos un sentido extraordinario, una capacidad de observación absolutamente increíble, una astucia desmedida, una necesidad de integración vital, una dominancia natural y una necesidad de libertad tan inmensa como su asombrosa dependencia de nosotros.

Y todo ello los convierte en especiales, transgresores de modelos y pautas, empecinados en seguir siendo a pesar de su entorno.

Ese es el verdadero valor, estigma y anatema social, que los hace diferentes; a tal extremo considero dicha diferencia que en ocasiones pienso si acaso su propia existencia hoy no es un contrasentido.

El pasado de la raza lo conocemos, nos guste más o menos, sabemos por qué se creó y para qué; el presente también lo estamos viviendo día a día, con sus tendencias objetivas y sobre todo lo que acarrea en positivo y en negativo.

Pero al margen del entorno, y paralelamente a todo lo positivo y negativo, el perro lobo checoslovaco sigue siendo heredero de la loba Brita y los pastores alemanes Cezar y Kurt; el perro lobo checoslovaco reclama esa herencia día a día.

Lo que realmente importa no son los años transcurridos desde aquel 1958, lo realmente importante es la vida que con fuerza transmite la raza.

Una vida que podemos compartir, o podemos partir y anular según nuestro libre entendimiento; en nuestro saber y entender está la decisión.

Tan sólo seamos conscientes, sinceros y honestos, de lo que implica esa decisión.

Tomar el camino de compartir nuestras vidas con esta raza es una decisión muy importante, no ya para ellos….para nuestra propia vida.

Condicionan de un modo maravillosamente extremo, en ocasiones odiosamente radical….pero siempre bajo una absoluta entrega a nuestra guía y tutela; sin perder nunca su esencia y siempre buscando nuestra complicidad, en lo bueno y lo malo.

En definitiva, su sentido de la vida puede aportar un sentido a las nuestras.

Y siempre será nuestra decisión la que marque la diferencia entre los años de vida y la vida de esos años.

La muerte como entretenimiento.

“Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos.”  Carlos Fuentes Macías, intelectual, escritor y diplomático mexicano fallecido en 2012.

Hoy miles de personas, seres humanos de toda condición y pelaje, aunarán voluntades en un acto que por manido y simbólico no deja de ser maravilloso; manifestarse en este país, a favor del lobo, no deja de ser un cabezazo contra el muro de hormigón de la estulticia, la maldad y la ignorancia.

Y sin embargo hoy será un acto culminante, tras esas voluntades existe sin duda un sordo trabajo; una honda preocupación, una alta incomprensión, y ante todo un muro de ignorancia atávica reforzado por la muralla de una administración pública ciega, sorda y complaciente.

De poco o nada sirve apelar al equilibrio natural, esto ya es una verdadera guerra de trincheras; guerra declarada entre la vida y la muerte.

Así de crudo, así de sencillo y así de vergonzoso; podríamos analizar las políticas de sostenibilidad en este país, incluso debatir sobre la necesidad de la presencia del lobo ibérico en nuestro montes y valles…..pero para ello ya tenemos grandes seres humanos que han dedicado, y dedican, una parte muy importante de sus vidas a luchar contra la ignorancia, el atrevimiento y las salvajadas estatales.

Hoy y aquí, en este pequeño espacio personal, uno quisiera visualizar al sujeto, al individuo, al brazo ejecutor de quién escopeta, fusil, veneno o cepo en ristre, convierte la muerte en entretenimiento.

A ese joven, a ese padre de familia o incluso abuelo, que se retrata con una sonrisa sujetando el cuerpo inerte y sin vida de un lobo ibérico…..trofeo extremo de la irracionalidad más perversa.

Tal vez, tan sólo tal vez, esa imagen nos devuelva nuestro propio reflejo; el de la mayoría silenciosa de un país que asiste imperturbable a cualquier desmán ajeno a nuestro día a día.

La comodidad social abandera los extremos, pero nunca olvidemos que tras cada extremo existe un fulano o fulana, existen personas que materializan el ritual de la ignorancia con el culmen de la muerte….y matan, matan con frialdad.

Reventar una vida puede ser un acto reflejo, condicionado por la educación y la costumbre, pero inmortalizar la muerte….. sujetando el cadáver, con una sonrisa de oreja a oreja, es harina de otro costal.

Hemos perdido el respeto a lo esencial, el respeto a la vida; y en el ámbito animal rozamos la más absoluta irracionalidad. Educar es la única forma de sembrar conocimiento, de erradicar ignorancias salvajes y peligrosas.

Ardua tarea, sin duda, pero tan necesaria como la denuncia pública, la unión de voluntades en asociaciones o las campañas nacionales en defensa del lobo ibérico.

Y mientras tanto, amanece cada día y la vida del lobo ibérico vuelve a ser una vida prestada.

Prestada por quienes incluso, aduciendo su conservación, llegan al extremo espeluznante de crear espacios naturales protegidos…..con su lucro de turismo conservacionista…para posteriormente subastar la vida de ejemplares para entretenimiento de manolos y manolas, que posarán con una sonrisa sobre el cadáver de una vida prestada.

La muerte como entretenimiento, ese lado oscuro que acompaña a algunos seres humanos, no deja de ser un triunfo pírrico sobre la vida; muestra de ignorancia, exaltación de fuerza y reflejo de la supremacía destructiva que nos aboca al silencio.

Las sonrisas que alumbran la muerte, vestidos de Barbour o de mercadillo, son la parte útil del problema; mercenarios del ocio, o herederos del ignorante odio al lobo, forman logia ejecutora que día a día exterminan lo poco que nos queda.

Odian quizás la libertad, no pueden soportar la existencia de un animal indomable; tal vez incluso, en su fuero interno, admiren su capacidad de supervivencia.

A quienes se manchan de sangre para lavarse con el entretenimiento, a los que se llenan de supremacía para vaciar sus carencias, a todos ellos estúpidos seres, quisiera dedicarles otra sonrisa.

Más bien media sonrisa encabronada, fruto de la certeza, hija de la impotencia, y marchamo de la única verdad latente en nuestro planeta…..la tierra nos devolverá con intereses, paso a paso, nuestra sublime y arrogante ignorancia.

Puede que hoy sea noticia una gran movilización, lo será sin duda, pero me duele, me apena, y me hastía hasta las trancas que mañana en los montes y valles de Castilla y León, Galicia, Cantabria, País Vasco, la Rioja y Asturias….  de nuevo sonrisas estúpidas muestren el lado más indecente del ser humano.

La muerte del lobo, el exterminio progresivo de una población estimada de unos dos mil ejemplares, es un estigma patrio; es una vergüenza nacional.

Por supuesto existen problemas mucho más importantes en este nuestro país, sin duda, pero no olvidemos que nuestra responsabilidad es procurar un futuro sostenible a las nuevas generaciones.

Sin tierra, mar y aire, sin vida natural, sin lobos en nuestros valles y montes, nos encaminamos hacia un futuro yermo y apocalíptico.

Pero no pasa nada, somos así de flamencos y vivimos el momento; Carlos Fuentes Macías tenía razón…..“Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos.”

Y uno respeta, admira y ama al lobo mucho más allá de argumentos conservacionistas, de políticas sostenibles, o de equilibrios medio ambientales.

El lobo representa la integración de la vida en la tierra, representa la natural desconfianza hacia el ser humano, el lobo es hoy un guerrillero paupérrimo frente a la dictadura, salvaje y opulenta, de las sonrisas de Barbour y de mercadillo.

Sublime animal frente a pobres diablos.