La guerra de las galaxias.

“No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente”. René Descartes filósofo y matemático francés nos dejó esta frase para la reflexión.

Esta serie de artículos pretendía en su inicio, allá por el mes de mayo de 2014, compartir una maravillosa admiración por la raza; su objetivo no fue otro que difundir experiencias personales y una visión – fruto de ellas – sobre el perro lobo checoslovaco.

Compartir y difundir experiencias y preocupaciones, plantear dudas hasta cierto punto razonables; pero sobre todo intentar un ejercicio de absoluta sinceridad en todo lo relativo al perro lobo checoslovaco.

En ese difícil camino, de la comunicación, se han ido quedando atrás esas experiencias, esas preocupaciones, esos momentos de alegría desbordante y algunos momentos de reflexión.

Llegados a este punto tengo serias dudas sobre el presente y futuro de esta raza en nuestro país, dudas que en ocasiones hacen virar el contenido de cada artículo hacia aguas propias del esperpento más absoluto; de una desgraciada comicidad y que si no fuese por sus consecuencias, podría incluso llegar a ser jocosamente divertida.

La duda razonable que me asalta es la propia virtualidad de este mundo del perro lobo checoslovaco, virtualidad que anida en las redes sociales.

Y ojo que bajo ningún concepto podré despotricar contra medios de comunicación global, gratuitos y de un inmenso alcance; NO………se trata de comprobar cómo día a día, semana a semana y mes tras mes el perro lobo checoslovaco sigue con las orejas hacía atrás; expectante, temeroso y cauto en su propia naturaleza lobuna ante la declaración universal de una guerra galáctica.

Guerra virtual, cual batalla incruenta y florida, en la que una vez más el ser humano muestra y demuestra su absoluta ineptitud, su bochornosa incapacidad para gestionar no ya su propia vida ….no….para gestionar el presente y futuro de una maravillosa y especial raza.

Y en estas estamos, moralmente obligado a constatar – por medio de este artículo – una realidad más propia de una función infantil de Navidad que de un grupo de adultos a los que …….en teoría….les mueve una misma afición, pasión y defensa.

Al parecer lo importante es montar la de Dios es padre, armarse e investirse con los laureles de la genética, la biología y la razón más sesuda….la razón divulgada con bombo y platillo y sobre todo avalada por eminencias en el campo de las enfermedades más comunes de nuestra raza.

Al parecer la clave para que esta raza perviva, en nuestro país, reside en establecer una normativa de cría y reproducción avalada por las mejores “universidades” especialistas en genética y reproducción……estudios muy muy científicos, muy muy reputados.

Tanto es así que no llego a entender cómo no han sido utilizados como proyecto de fin de carrera, o incluso como modelo europeo para las principales cátedras de genética y reproducción. Un despiste quizás.

Y loable sea cualquier impulso, proyecto o idea que pretenda erradicar enfermedades tan terribles como la mielopatía degenerativa; pero señores…señoras…seamos serios, seamos moderadamente serios.

Dejemos al zapatero que sea él quién arregle los zapatos, dejemos que los verdaderos especialistas titulados, y con experiencia probada, sean quienes determinen si es niño…niña…o nos ha salido con un sexo indefinido.

¿Acaso no es lo más sensato?…o pretendemos jugar a dioses de la genética, en base a nuestros conocimientos adquiridos en internet y nuestras partidas de monopoly en las noches invernales….seamos serios.

Cuando NO se tienen conocimientos, en uno de los campos más complejos de la ciencia, se acude a quién de verdad los tiene; se solicita ayuda y si acaso se recibiese eso sí sería algo digno de encomio y de admiración.

Pero no, somos más chulos que un ocho tumbado; somos capaces de ser seleccionadores nacionales de fútbol, petanca y encaje de bolillos…y en nuestro tiempo libre, además, formar gobierno de salvación nacional.

Pero eso si…montamos una trifulca planetaria que ríase usted  de las trilogías de la guerra de las galaxias; en eso somos únicos, actores consumados; tan patéticos como nuestra condición humana nos permite.

Y señores…..y señoras…..cómo decía la canción, harto ya de estar harto ya me cansé.

Cansado de comprobar cómo lejos de avanzar, en aunar esfuerzos para mejorar el presente y futuro de la raza, se avanza en la fractura absoluta entre criadores, dueños y aficionados.

Cansado de ver cómo cada día lo que importa no es difundir,  y procurar que la población actual de ejemplares esté en mejores condiciones, lo que importa es destruir; destruir proyectos, personas e ideas….en eso somos cual Atila convertido en elfo inmortal.

Harto al constatar que personas que llevan no más de cinco años como propietarios, de un ejemplar de plc, se arrogan la cátedra más inamovible de la sapiencia y ciencia infusa de la raza; asqueado del coro de plañideras que les doran la píldora cual gregarios sin cerebro.

En definitiva desilusionado sobre la capacidad asociativa en este país para con la raza, y absolutamente cabreado con el espectáculo patético que se muestra en cada polémica.

Seguid jugando a dioses de la genética, a científicos de Cheminova; seguid llenando páginas y páginas con vuestros argumentos y sobre todo mantened la guerra de las galaxias en píe…..no sea que se os caiga el chiringuito y se acabe vuestro momento de gloria.

El presente de la raza sigue igual, inamovible, absoluta desinformación, nula capacidad de aunar fuerzas en pos de mejorar el hoy y el ahora.

Y mientras cada plc en su rincón, con mejor o peor suerte, y con las orejas hacia atrás esperando el próximo golpe.

Cada batalla de esta virtual guerra es un golpe a la raza, cada puñetera escaramuza es una fractura más….en el edificio de la razón todos tenemos muchas habitaciones, el problema es que la mayoría están sin amueblar.

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