Oculto y sin embargo latente.

“El tiempo saca a luz todo lo que está oculto y encubre y esconde lo que ahora brilla con el más grande esplendor”. Quinto Horacio Flaco, recordado como Horacio y considerado el principal poeta, lírico y satírico, en lengua latina. Fallecido en el año 8 a.C.

Hay cuestiones que me enervan y me provocan….y uno, que suele ser fácil de contentar, no puede evitar entrar al trapo.

Porque en esta vida hay trapos limpios, sucios y de mercadillo; los hay impolutos, como también existen trapos manchados con la dignidad de los avatares de la propia vida. Trapos respetables al fin y al cabo, parte del ajuar de cada cual.

Pero lo insoportable son los trapos que tapan, ocultan y deforman el fondo y la forma.

Esos no merecen más respeto que el basurero más cercano, y en ello estamos.

Desde que me aproximé a esta increíble raza intento observar, aprender, compartir y ante todo ser  ecuánime…otra cosa muy distinta es que lo logre.

En estos años he vivido intensamente mi devoción, he sufrido…sí….he sufrido lo indecible, al comprobar que al igual que en cualquier otro ámbito social en este “mundo” nada es lo que parece.

Resulta paradójico y me mosquea sobremanera, me pone de muy mala leche; se supone que, todos aquellos que en algún momento nos aproximamos al perro lobo checoslovaco, que convivimos con ellos, somos ante todo devotos de la raza.

Nos mueve, o nos debiera mover, la admiración por ellos y por su bienestar presente y futuro; y sin embargo, resulta escandaloso comprobar como este “mundillo” es un lupanar dónde se prostituyen hasta las ideas.

Señores y señoras, me disculpen si no alcanzo a entender tanta gilipollez interesada.

Llevamos pocos años conviviendo en este país con el perro lobo checoslovaco, muy pocos en comparación con cualquier otra raza; y hoy, las camadas florecen cual campo de girasoles.

Se está produciendo una bestial irrupción de ejemplares en el mercado. Y nadie parece ser consciente, o no lo manifiesta, de lo que ello supone.

Y supone mucho, para la raza y para la propia sociedad en la que desembarca.

Esta raza no es un muñeco de feria, ni un pato de escayola que se coloca encima de una repisa, esta raza es distinta.

Lo es por derecho ajeno, al ser generada por el interés del hombre, y por derecho propio al existir; y es muy diferente por mucho que se intente suavizar el hecho.

Precisa conocerla a fondo, indagar sobre sus orígenes, ver y observar el resultado; precisa asumir una dedicación extrema, necesita una gran dosis de comprensión y respeto.

Y ante todo, al igual que unos pantalones de la talla 38, …..NO es para cualquier persona.

Y la peor falacia, el mayor daño que podemos generar, es ocultarlo.

Y así nos luce el poco o mucho pelo que adorna nuestras testas, la masificación nunca es buena…. y con el plc augura el desastre.

Y el silencio por bandera nos acompaña, un silencio atronador y dañino.

La masificación implosionará en esta sociedad, dos o tres años serán suficientes para comprobarlo; abandonos, incidentes, maltrato y eclipse del fulgor inicial.

Quizás sea agorero, poco realista o incluso un supino infeliz….pero lo que nunca seré es un ilusionista, un vendedor de crece pelo o un mercachifle de mercadillo.

Y en estas nos hallamos, sin ahondar en la importancia de conocer a la raza, encantados de nuestra particular “revolución industrial pelecera”.

Pero no seré catastrófico, en absoluto, aún hoy estamos a tiempo de cercenar la gangrena de la moda, el interés económico y la gilipollez pasajera.

Existen criadores admirables, que ante todo aman a sus ejemplares y por ende a sus descendientes, que se preocupan por seleccionar NO ya reproductores ……..seleccionan y forman a futuros propietarios…ahí reside la clave.

Todos tenemos una obligación para con esta raza, todos debemos aportar un poco; pero ante todo debemos lealtad y fidelidad, y por encima de cualquier otro interés debemos ser fieles a la verdad.

Y la verdad no vende, por desgracia la verdad vende poco; pero es preferible reducir el mercado, y lograr que esta maravillosa raza conviva con personas que asuman el reto.  

Horacio fue sin duda un gran poeta, pero ante todo fue un visionario; nosotros lo tenemos mucho más fácil……tan solo debemos ser fieles a la verdad.

Ellos lo agradecerán al ahorrarles sufrimientos.

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