Galileo.

“La ignorancia es la madre de la maldad y de todos los demás vicios”. Galileo Galilei matemático, astrónomo, físico e ingeniero italiano, un gran exponente del renacimiento.

La ignorancia no sólo es la madre de muchos males, además es atrevida. Tan atrevida que puede llegar a sentar cátedra, a formular sentencias y a ejecutar hasta el mismo conocimiento.

Siempre será una eficaz herramienta en manos de la estupidez, un arsenal de peligrosa tenencia; todos somos ignorantes sin duda.

La ignorancia deja de ser maldad cuando se reconoce, cuando se ventila cómo la limitación lógica de quienes somos humanos.

Pero hay “dioses”, cada día más, a los que no les afecta un carajo su condición humana. Sabios de salón con un currículo que ríase usted de Stphen Hopkins…..por la lejanía.

Y uno, en su permanente mala leche, ya no está para gilipolleces; este mundo cada día es más dado a lo esperpéntico; respeto cualquier opinión, siempre que no sea una soberana estulticia, respeto el trabajo y el estudio y admiro la formación….pero no soporto las magistrales lecciones de pura ignorancia.

El perro lobo checoslovaco es un campo abonado…. para recrearse en la suerte de la ignorancia, para mostrar inquietudes y ahínco en su estudio y observación, para ejercer de genios de la confusión o simplemente para opinar sin tener ni pajolera idea.

Y no me cansaré de repetir que esta raza es diferente, negar su diferencia es un puro insulto a su historia y nacimiento; negar la diferencia es simplemente intentar borrar de un plumazo 57 años de historia.

Años escasos, un mero suspiro en la evolución de cualquier especie, y por supuesto no es necesario ser biólogo genetista para comprender que en 57 años la herencia de una animal, como el lobo, no se diluye cual terrón de azúcar en un café.

La hibridación conlleva líneas de sangre que minimizan el aporte inicial, sin duda…..pero la persistencia de la herencia genética es absolutamente notable.

El celo en las hembras es un hecho, nada que ver con el resto de canes; una vez al año o dependiendo de la situación de la hembra pueden transcurrir varios años sin que el celo aparezca. Sin duda se dan otros ciclos, menores e incluso mayores, pero todo incide en la capacidad de la hembra para gestionar el celo casi a voluntad.

Hechos objetivos, no especulaciones; la capacidad auditiva, olfativa y visual del plc se encuentra más cercana al lobo que a otros canes, su tupido pelaje es superior a cualquier otra raza de perros.

No hablamos de comportamiento, aspecto dado a la interpretación, hablamos de anatomía y fisiología pura y dura.

Esa herencia genética de la raza sigue vigente, y no se trata de porcentajes ni vainas similares…se trata de observar que hoy y aquí el plc sigue siendo el producto del cruce de un lobo con un perro de trabajo.

Evoluciona en cada camada, diluye su carga genética, y esa evolución al cabo de los años probablemente acabe con las discusiones y el mito.

El mito del lobo es tan ilógico como el propio mito del perro, no sabemos si chupar o morder cuando definimos al plc.

Personalmente (y desde la ignorancia más sublime en relación  a la fisiología, anatomía, genética o biología ) me quedo con el estudio y la observación.

El intento de conocer los orígenes de esta raza adolece de muchas lagunas, demasiadas para mi propio gusto; nunca podremos saber cuál era el objetivo concreto del ejercito Checoslovaco cuando el proyecto se inició, probablemente nunca sabremos qué características se buscaron en los ejemplares de lobos de los Cárpatos o en los pastores alemanes de trabajo escogidos.

Sí sabemos que hubo grandes fracasos, y sabemos que la evolución puso en manos civiles el proyecto y fue retomado con nuevas hibridaciones que llegaron hasta casi los años 1980.

Sabemos que es una raza complicada, lo vivimos de primera mano a pesar de buscar siempre argumentos que desmonten el propio ser del plc; pero realmente sabemos poco.

Demasiado poco, y en esa ignorancia nos atrevemos a dar lecciones magistrales con lo fundamental.

No estamos ante un lobo pero para nada estamos ante un perro, al menos es mi firme convencimiento; esta raza es en si misma el resultado de su hibridación.

El can doméstico acompañó al hombre desde la noche de los tiempos, el plc lleva con nosotros 57 años.

La cuestión no es si se trata de un lobo o de un Yorkshire travestido, la cuestión es no negar la evidencia y tratar a la raza como quien maneja razas milenarias.

Mi ignorancia es tan grande como mis ganas de conocer, pero nunca podré negar lo evidente; el día a día conviviendo con dos ejemplares, y conociendo a multitud de otros, me enseña lo poco que sabemos sobre ellos.

Pero resulta recurrente comprobar coincidencias, hábitos y costumbres, problemas y peculiaridades; resulta tan llamativo que la mera observación propicia una sola afirmación……el perro lobo checoslovaco es.

Es diferente, único y heredero directo de ancestrales capacidades; es distinto en apariencia y morfología, en fisiología y comportamiento.

Negar la diferencia es ocultar el sol con un dedo, abramos las puertas del conocimiento y que la ignorancia se quede encerrada en el baúl del Santo Oficio.

Galileo luchó contra un gigante, el plc lucha cada día contra la ignorancia de quienes debiéramos ser garantes de su grandeza.

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