El cachorro en casa y la alimentación.

No existe, al menos que yo lo conozca,  un estudio fisiológico que determine si el plc tiene o mantiene algunas de las características de su antecesor el lobo en cuanto al sistema digestivo.

Sin embargo, la experiencia me indica que al menos de adultos mantienen una fortaleza muy notable. Leah ha llegado a tragarse, literalmente, una bolsa entera de plástico que contenía restos de carne;  para nuestro asombro al día siguiente la regurgitó entera en una perfecta bola. Ha llegado a tragarse una pirámide decorativa de piedra de tres centímetros de base y tres de altura, y la ha regurgitado al día siguiente sin aparente problema.

Son ejemplos extremos, y muy concretos, que no indican nada al margen de los hechos citados; pero en todo caso me fundamentan la duda razonable sobre esa posible diferencia fisiológica con otras razas.

Pero he aquí que por contra muchos cachorros de plc sufren a su llegada a casa – y durante los primeros meses de vida – de continuas diarreas,  que una vez descartada cualquier tipo de infección bacteriana o vírica nos deja en el más absoluto de los asombros y nos lleva a un peregrinaje de una comida a otra. Suele ser muy común, y al menos lo he vivido y lo estoy viviendo con el nuevo cachorro.

Para nada soy un experto en alimentación animal, el tiempo con animales me ha llevado de las comidas preparadas a los piensos estrusionados volviendo de nuevo a una alimentación combinada entre dieta natural y comida estrusionada. Descubrir qué regulariza el estómago del cachorro puede ser un periplo obsesionante de una marca a otra de pienso y pasando por las dietas naturales (tipo barf, acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food ).

Los alimentos crudos biológicamente adecuados – traducción libre de BARF – pueden o no resolver el problema de las continuas diarreas en los cachorros.  Se trata de dar con un equilibrio o una marca de comida concreta que regule esa situación, por supuesto que la opinión del veterinario debe ser determinante pero por desgracia en muchas ocasiones se encuentran tan perdidos como los propietarios.

A continuación copio un artículo sobre alimentación del plc elaborado por Antonio AC, buen amigo y propietario de dos ejemplares, el cual tiene y mantiene un vasto conocimiento no sólo sobre la propia alimentación de la raza si no sobre la composición de la mayoría de las comidas preparadas que podemos encontrar en el mercado. Considero que merece difusión y resulta muy interesante:

Casi todos los nuevos propietarios de Perro Lobo Checoslovaco tienen una duda. Y es que la palabra “Lobo” en el nombre de la raza la crea. ¿Que le dais de comer? -Preguntan algunos.

Al Perro Lobo Checoslovaco le acompaña un dicho; Que es una raza delicada de estomago. Y es que, nada mas lejos de la realidad, si a un ser humano lo alimentamos con carne cruda y heno, lo mínimo que le va a pasar es que le siente mal, y dependiendo de las bacterias y el estado de contaminación en el que se encuentre la carne, termine con una intoxicación grave.

Lo mismo ocurre cuando alimentamos a un carnívoro como es el perro, y mas aun el perro lobo checoslovaco siendo una raza mas primitiva que la mayoría de perros, con una mezcla de subproductos no aptos para consumo humano, con altos contenidos en cereales, totalmente desnaturalizados y cocinados bajo altas presiones y temperaturas, para ser luego aditivado con vitaminas, minerales, grasas para aumentar la palatabilidad. Con todo esto, es normal que no le siente bien y tenga diarrea.

El Perro no necesita hidratos de carbono, obtiene su energía de la proteína y grasa animal.

Existe una serie de teorías a la hora de elegir un pienso, que las cenizas son malas, que el exceso de proteínas es malo.

Las cenizas no son mas que los restos de minerales y otros elementos que no se destruyen después de la incineración, por lo tanto no indica que un producto sea mejor o peor. Solo que un pienso con, por ejemplo, mas calcio, tendrá mas cenizas que uno con menos calcio.

Que el exceso de proteína es malo, se arrastra desde “antiguos estudios serios llevados a cabo por entidades reconocidas”.

Y es que, si pensamos en como se alimenta un carnívoro, donde obtiene un porcentaje muy alto de agua de los fluidos y humedad de la presa, es normal que exista, a largo plazo, una insuficiencia renal si alimentamos con un producto que tiene aproximadamente un 10% de humedad, forzando al sistema renal a trabajar en exceso, cuando una alimentación natural contiene mas de un 50% de humedad.

El sistema digestivo del perro, con un PH muy bajo, y un intestino corto para evitar la fermentación, esta preparado perfectamente para digerir proteína y grasa animal, incluso en estado de descomposición. No produce amilasa en la saliva, por lo tanto cuando es necesaria para digerir carbohidratos, es el páncreas el que se ve forzado para producirla. La digestión de un alimento natural se hace como norma general en unas 4-5 horas, siendo necesarias 8 o incluso mas horas para digerir un producto altamente procesado como el pienso extrusionado.

Tras esto llegamos a la conclusión de que:

La alimentación mas adecuada para un perro lobo checoslovaco u otros perros, intentando reproducir la dieta que tendrían en la naturaleza, es aquella a base de proteínas, grasas animales, hueso y víscera tal y como se alimentarían en la naturaleza. Es importante que los huesos nunca sean cocinados.

Que alimentando con un pienso los 365 días del año durante toda su vida no existe ese equilibrio que nos quieren vender, pues se consigue con una alimentación para compensar excesos y carencias de los distintos alimentos.

Es recomendable utilizar piensos sin cereal o con poca cantidad, Orijen, Acana, Taste of the Wild, etc, y siempre que sea posible combinarlo con una alimentación natural.

Interesantes reflexiones, y recomendaciones , que nos aportan un poco más de información, y que pueden ayudarnos a mantener un hábito de alimentación más saludable para nuestros animales.  Gracias Antonio por compartir tus conocimientos.

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¿La “mato”…me rio o me echo a llorar?…….

Tener un perro lobo checoslovaco no está exento de momentos únicos, diría que en los primeros meses de vida está sembrado, momentos que van desde el asombro, la ira, la desesperación, la risa, la carcajada y el más absoluto cachondeo…..

Recuerdo, con media sonrisa de esas que te hacen pensar si uno está en sus cabales, como hace unas semanas la criadora de Ciro – nuestro cachorro de plc – cuando nos entregó al “orco” nos obsequiaba con una botella de aguardiente polaco….y con rostro divertido sentenció; ” es el complemento ideal para cuando te den ganas de estrangularlo“.

Y es que los daños “colaterales” son casi siempre inevitables, existen excepciones – algunas verdaderamente impresionantes- pero la regla general es que todo perro lobo checoslovaco tiene un verdadero fervor hacia el “interiorismo”, el “paisajismo” y en general la decoración, la electricidad, la fontanería e incluso la moda.

Que nadie se escandalice, y mucho menos se vean mermadas sus ganas de tener un plc, como diría un castizo “es lo que hay”. Y desde luego la realidad suele superar con creces a la ficción.  El cachorro llega  a casa, lo observas con esa mirada inocente……..¿inocente? no señor, es una mirada astuta y observadora; te mira a los ojos y te desconcierta…así podría definir mi primer contacto en terreno no “neutral” con Leah y posteriormente con Ciro.

Su astucia llega a extremos increíbles, cómicos en ocasiones, su terreno abonado es la privacidad; y el propio deseo de explorar, tocar, mover, morder y descubrir todo lo que le rodea. Pero sería poco asombroso si todo quedase en esa voraz pasión por destruir.

Leah convivió durante casi dos años con nuestro bulldog inglés, la comida era una obsesión para Anibal – cosa muy normal en la raza – pero no en el caso de Leah que siempre hizo gala de una incipiente “anorexia”…digamos que la comida no le motivaba en absoluto. Pues bien, uno de los deportes de Leah – compañerismo exacerbado – era de lo más curioso y sobre todo elaborado.

Aprovechando el horario matutino, en el que ambos se quedaban solos en casa, la susodicha loba no tenía mejor idea que asaltar la cocina aprovisionándose de galletas, cereales, cajas de leche, tostadas y cualquier vianda que hubiese en el lugar.

Pero no lo quería para ella, nada de lo anterior le gustaba en absoluto, sino que de manera estudiada le subía al bulldog todas las vituallas escaleras arriba. Cuando llegabas a casa al mediodía, lo primero que resultaba extraño era que la loba no saliese a recibirte con sus habituales saltos y mordiscos….mal asunto…y lo primero que encontrabas era un reguero de las pruebas del “delito” que llevaban desde las escaleras hasta el piso superior, migas, bolsas de plástico, cartón etc.; y la loba arrinconada junto al bulldog con las orejas hacia atrás moviendo el rabo como loca y mirándote con cara de “me perdonas, me perdonas…no era para mi”. Pasado el momento de ira, pasada la sorpresa, me la quedaba mirando y yo mismo me partía entero con la situación…..

Una simple anécdota, una pincelada que acompaña la conviviencia con estos animales. Nuestra capacidad de asombro sigue siendo ilimitada a día de hoy. Y por supuesto lo mejor es ver el lado divertido y asumir los daños colaterales como el peaje necesario para poder decir….”yo también tengo un perro loco checoslovaco”

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